Más granitos
Es común que durante un resfriado aparezcan brotes de granitos. Según Jiménez, las toxinas en el cuerpo y el exceso de sudor por fiebre aumentan la grasa y bacterias en la piel, creando un ambiente ideal para los brotes. Por eso, aunque nos encontremos mal, es importante limpiar bien el rostro al ducharnos y usar cosméticos con hidroxiácidos, como los ácidos glicólico y salicílico, que ayudan a regular el exceso de sebo y prevenir los granitos.
Piel más sensible
Cuando estamos enfermos, el cuerpo entra en modo alerta y esto puede afectar la piel. Según el cosmetólogo, el organismo se enfoca en la recuperación y, la piel no es una prioridad para el sistema inmunológico. Esto provoca que la piel se vuelva más sensible, enrojecida e incluso pelada. Hay dos razones principales: primero, los desequilibrios internos y la proliferación de bacterias, y segundo, el roce constante de pañuelos, que debilita la barrera de la piel e irrita especialmente las zonas de los labios y la nariz, comenta.
Más granitos
Es común que durante un resfriado aparezcan brotes de granitos. Según Jiménez, las toxinas en el cuerpo y el exceso de sudor por fiebre aumentan la grasa y bacterias en la piel, creando un ambiente ideal para los brotes. Por eso, aunque nos encontremos mal, es importante limpiar bien el rostro al ducharnos y usar cosméticos con hidroxiácidos, como los ácidos glicólico y salicílico, que ayudan a regular el exceso de sebo y prevenir los granitos.
Piel más sensible
Cuando estamos enfermos, el cuerpo entra en modo alerta y esto puede afectar la piel. Según el cosmetólogo, el organismo se enfoca en la recuperación y, la piel no es una prioridad para el sistema inmunológico. Esto provoca que la piel se vuelva más sensible, enrojecida e incluso pelada. Hay dos razones principales: primero, los desequilibrios internos y la proliferación de bacterias, y segundo, el roce constante de pañuelos, que debilita la barrera de la piel e irrita especialmente las zonas de los labios y la nariz, comenta.