Más granitos
Cuando estás pasando por un proceso catarral, es común encontrarse con brotes de granitos. “Las toxinas que están presentes en el cuerpo y el exceso de sudoración debido a la fiebre promueven la presencia de grasa y bacterias en la superficie de la piel, lo que es el caldo de cultivo perfecto para procesos infeccioso-dérmicos como los brotes de granitos” explica Daniel Jiménez, cosmetólogo y director técnico de Skin Generics y CEO de BeLab Services.
Es por ello que, aunque nos encontremos mal, cuando nos vayamos a la ducha, “conviene hacer una buena limpieza del rostro y nos beneficiaremos mucho de la aplicación de cosméticos ricos en hidroxiácidos como los ácidos glicólico o salicílico, que ayudarán a exfoliar y seborregular la piel y nos permitirán evitar esos temidos granitos” , comenta el experto.
Piel más sensible
Cuando estás mal, tu cuerpo está con el modo de alerta completamente activado y esto puede producir ciertos desequilibrios a nivel de piel. “Todo ese malestar y el foco en la recuperación hace que el organismo centre sus esfuerzos donde más se necesitan y, en esto, la piel se suele ver perjudicada, porque no es prioridad para nuestro sistema inmunológico”, comenta Daniel Jiménez. “Es habitual ver pieles más sensibles y enrojecidas e, incluso, peladas”, añade. Esto ocurre por dos motivos fundamentales. “Primero, por la propia alteración que hay en el organismo y la proliferación de bacterias a nivel interno, pero también externo, por ejemplo, por la sudoración. Segundo: por el roce continuado de pañuelos que pueden debilitar la función barrera de la piel e irritar, sobre todo, las zonas de los labios y la nariz”, sostiene el experto.
Las soluciones
Más granitos
Cuando estás pasando por un proceso catarral, es común encontrarse con brotes de granitos. “Las toxinas que están presentes en el cuerpo y el exceso de sudoración debido a la fiebre promueven la presencia de grasa y bacterias en la superficie de la piel, lo que es el caldo de cultivo perfecto para procesos infeccioso-dérmicos como los brotes de granitos” explica Daniel Jiménez, cosmetólogo y director técnico de Skin Generics y CEO de BeLab Services.
Es por ello que, aunque nos encontremos mal, cuando nos vayamos a la ducha, “conviene hacer una buena limpieza del rostro y nos beneficiaremos mucho de la aplicación de cosméticos ricos en hidroxiácidos como los ácidos glicólico o salicílico, que ayudarán a exfoliar y seborregular la piel y nos permitirán evitar esos temidos granitos” , comenta el experto.
Piel más sensible
Cuando estás mal, tu cuerpo está con el modo de alerta completamente activado y esto puede producir ciertos desequilibrios a nivel de piel. “Todo ese malestar y el foco en la recuperación hace que el organismo centre sus esfuerzos donde más se necesitan y, en esto, la piel se suele ver perjudicada, porque no es prioridad para nuestro sistema inmunológico”, comenta Daniel Jiménez. “Es habitual ver pieles más sensibles y enrojecidas e, incluso, peladas”, añade. Esto ocurre por dos motivos fundamentales. “Primero, por la propia alteración que hay en el organismo y la proliferación de bacterias a nivel interno, pero también externo, por ejemplo, por la sudoración. Segundo: por el roce continuado de pañuelos que pueden debilitar la función barrera de la piel e irritar, sobre todo, las zonas de los labios y la nariz”, sostiene el experto.
Las soluciones